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La substitución de la TV análoga por la digital


Comparteixo aquest article publicat al número 95 de la revista DIRCOM, de l'editorial Comunicación Latinoamericana (estiu 2012)

Como una administración pública informa, dinamiza y acompaña un cambio complejo en todos los hogares

Una de las máximas expresiones de la comunicación corporativa, se produce cuando una organización se compromete a garantizar un proceso de cambio que deba acometer toda una población, en un breve espacio de tiempo. En ese caso, elementos afectivos que la definen, que articulan su imagen corporativa --como la confianza o la credibilidad-- deben ser eficazmente puestos en valor, para que los objetivos de carácter conductual se consigan eficazmente. Unos ejemplos de comunicación corporativa, planteada como una acción integrada de una administración pública, han sido la mayoría de las campañas institucionales sobre el proceso de transición a la televisión digital que se han desarrollado recientemente en Europa, y que ahora están realizando –o deberán programar próximamente— el conjunto de países latinoamericanos. Unas campañas en las que el objetivo último no es informativo, ni tan siquiera solo de sensibilización, sino que promueven comportamientos activos. En este caso, que toda la población abandone una tecnología familiar, habitual, y acceda a una nueva técnica y a un nuevo tipo de consumo audiovisual. Y además en un tiempo limitado y sin problemas de adaptación significativos.
El caso concreto analizado será el de una administración pública que se había ganado en los últimos años una trabajada reputación de gobierno creíble, eficaz, próximo y confiable,  y que se comprometió en garantizar que nadie se quedase sin ver la televisión cuando las emisiones analógicas --las de “toda la vida”-- dejaran de existir. Examinaremos la campaña desplegada durante dos años en un país de unos 7,5 millones de habitantes por parte de su gobierno, la Generalitat de Catalunya. Una campaña intensiva e integral, que iba un paso más allá de las campañas de 360 grados, ya que en su materialización iban a participar activamente muchas personas no vinculadas con la administración pública, pero que acabarían actuando como una extensión ad hoc de ella.
Hagamos una breve descripción técnica y demográfica de la situación previa al inicio de la campaña institucional.

El tránsito a la TV digital: un proceso tecnológico laborioso y con escaso margen de tiempo

A diferencia de otros países, ya sean europeos o latinoamericanos, en Cataluña y en España la recepción por antena de UHF es el sistema común y generalizado para ver la televisión; siendo la recepción satelital, o la conexión a un sistema de distribución por cable o IPTV, minoritarios y/o complementarios; sobretodo si analizamos la situación de hace 3 o 4 años. Por tanto, el proceso de tránsito de la TV análoga a la TDT debía garantizar dos cosas a la vez: una cobertura de las emisiones radioeléctricas igual o superior a la que habían alcanzado las analógicas, después de muchos años de recorrido; y la adaptación no sólo de las pantallas domésticas (los aparatos de televisión) sino también --y muy especialmente-- la de las instalaciones de recepción y distribución de la señal televisiva de las viviendas colectivas; o sea la todos los bloques de viviendas, ya que la disciplina urbanística obligaba a una única antena por edificio… y más de 2/3 partes de las familias catalanas viven en ellas.

Las emisiones de la TDT se habían iniciado en los primeros años de la década del 2000, pero no es hasta el 2004 que las grandes cadenas, especialmente las públicas, comienzan un fuerte despliegue de su cobertura en digital. En julio del 2005, se produce la planificación de canales y frecuencias digitales por parte del gobierno de España, fijándose el 3 de abril del 2010 como fecha final de la TV análoga, y por tanto de su convivencia con las emisiones digitales actuales y futuras; lo que se denomina simulcast. Dos años más tarde, el Estado español fijaba el calendario de cese de las emisiones analógicas por territorios, con 3 fases que se iniciarían en junio de 2009. Todas ellas afectarían distintas zonas de Cataluña.

A principios del 2008, el estado de adaptación de las instalaciones colectivas de televisión se encontraba lejos de haberse consumado: sólo un 52,2% de las viviendas colectivas contaban con la cabecera de su antena adaptada a la TDT. Esto significaba más de un millón de viviendas para adaptar ¡a menos de año y medio de los primeros apagones analógicos!.

Para esas fechas, además, la cobertura en TDT de los grandes canales privados estaba claramente por debajo de los objetivos mínimos marcados, y la mayoría de canales locales todavía no habían iniciado sus emisiones en simulcast. Precisamente, la escasa oferta de canales digitales disponibles era uno de los principales frenos al cambio tecnológico en aquellos hogares que ya podían recibir canales digitales. Para solucionar el problema, se diseñó un ambicioso programa de encendido sincrónico: toda la oferta prevista, emitiendo a la vez y con la misma cobertura, buscando superar el 99% de la población. Para universalizar la señal digital de todos los canales televisivos, con independencia de su titularidad pública o privada, o de si eran locales o no, el Gobierno catalán procedió a realizar intervenciones en la mayor parte de los centros emisores ya existentes, e incluso se construyeron muchas nuevas torres de telecomunicaciones, unas 164. Una elevada cifra, que se explica por la enorme complejidad orográfica del país, a pesar de su reducida dimensión.

Si hacer llegar todas la señales de la TDT a territorios donde, o no llegaba o llegaba mal la señal analógica, era una meta difícil en tan poco tiempo, también lo fue garantizar que toda la población adaptara, antes del apagón analógico,  sus equipos domésticos y colectivos de televisión. Y aquí es donde entró a fondo la campaña.

Sumar simplicidad con claridad, y añadir credibilidad y compromiso

Al inicio de las emisiones digitales, la novedad y el entusiasmo inicial llevó al error de pretender explicarlo con la misma terminología que la utilizada por los ingenieros; incomprensible para la mayoría y origen de innecesarias preocupaciones. A ello se sumó el “ruido” de los mensajes de supuestos expertos que presentaron la TDT como una tecnología transitoria con una muy próxima fecha de caducidad… ¡cuando aún no había llegado a la mayoría de hogares!.
Era preciso explicar qué era la TV digital y como incorporarla a todos los hogares, con un relato claro y sencillo, y con la justa información. Evitar a toda costa el lenguaje complejo y demasiada información que pudiera confundir, así como enfatizar que la TDT venia a substituir la televisión analógica en poco tiempo. Como pudimos compartir en unos seminarios de comunicación sobre la TDT en Colombia , la TDT es televisión y así debe ser explicado. Entre otras posibles frases, se eligió dos para la campaña, plenamente ajustadas a estos propósitos: “La TDT ha llegado a su casa. Conéctese a la TDT”, y “Una tele sin TDT no es una tele”. Y el icono utilizado fue una televisión de cartón. Una metáfora visual de la pronta inutilidad de tener un aparato de televisión sin descodificador digital, que salió de los creativos del grupo DDB.
Cartel en la entrada de un bloque de viviendas

Si un cartel en la calle o un anuncio en la prensa afirmaba que allí había llegado la señal digital, tenia que ser cierto; en un tema tan sensible como ver o no poder ver la televisión solo podía ser cierto lo que un gobierno afirmase públicamente: la confianza en toda la operación comunicativa corría un gran riesgo, si la buena marcha del proceso se desmentía aquí o allá, por pocos afectados que hubiera. Y si se producía algún problema técnico, había que solucionarlo con la máxima celeridad; esos eran los compromisos ineludibles. Por ello, era indispensable que el despliegue de la campaña, tanto en el calendario como en su presencia geográfica,  coincidiera con la finalización del proceso de encendido sincrónico en cada una de las demarcaciones territoriales (comarcas) de Cataluña; proceso que estuvo permanentemente monitorizado y coordinado por la Generalitat de Catalunya. Este calendario operativo se compartió con los casi mil ayuntamientos catalanes, contando con sus medios de comunicación municipal y los servicios propios de atención ciudadana (en caso de tenerlos).

De los instrumentos más o menos tradicionales en toda campaña de comunicación –espots televisivos, cartelería en via pública, etc— así como el uso de herramientas 2.0 mostramos una breve descripción de tipologías y cantidades en la ficha que acompaña este texto.

Los stakeholders privados transformados en extensiones de la operación institucional

Pero, como apuntábamos al inicio del artículo, éste no es un caso típico de una campaña informativa institucional, sino un ejemplo de máxima expresión comunicativa del concepto de servicio público que debe impregnar toda institución gubernamental. Y, en un proceso que afectaba todo el mundo, había que alinear a todos los sectores implicados protagonistas de la transición a la TV digital, los stakeholders de la TDT; especialmente a aquellos que tuvieran a la ciudadanía como clientes directos: los comerciantes de electrodomésticos e informática personal; los administradores de fincas y los instaladores de telecomunicaciones. Tres colectivos que debían, no solo tener la información suficiente, sino que debían participar en el discurso de garantía y confianza en la vasta operación de cambio tecnológico. Miles de personas a las cuales la ciudadanía, para un paso u otro, contactaría con ellas para consultar o contratar alguna compra o servicio relacionada con el proceso: desde comprar un televisor nuevo; a convocar la reunión de la comunidad de vecinos para discutir los presupuestos de adaptación… a preguntar que debían hacer para ver la TDT.

Para ello se organizaron 26 seminarios específicos de formación en comunicación por sectores y territorios, y se les mantuvo permanentemente informados de las novedades en el despliegue de las emisiones digitales y del proceso de cese de las analógicas via mailing. Como elemento de consulta, y como refuerzo de los seminarios, se distribuyó un dossier, la “Guia TDT per a professionals”, con una doble función pedagógica: aclarar conceptos básicos sobre la TDT y el proceso de tránsito tecnológico para los que lo necesitaran y, sobretodo, armonizar un mismo relato explicativo hacia las personas que se relacionaran con ellas como clientes. Seminarios como estos también fueron realizados para los trabajadores públicos de las oficinas de consumo y otros puntos de atención ciudadana.

Si con todos los colectivos profesionales externos a la administración pública se formalizaron convenios de colaboración fructíferos con sus organizaciones más representativas --ya fueran colegios oficiales o asociaciones patronales-- en el caso de las empresas instaladoras de telecomunicaciones, se fue mucho más allá. Este era un sector empresarial crucial para garantizar una satisfactoria recepción de la TDT. Se debía generar un mensaje convincente que acelerara su contratación por parte de todas las comunidades de vecinos pendientes de adaptar sus antenas colectivas, y que se evitara la contratación de empresas no homologadas, “piratas”, que pudieran tentarlas bajo el argumento de un menor precio, pero sin garantías. Además, y no es un detalle anecdótico, serían los únicos profesionales que entrarían con seguridad en todos los hogares.
Página de la guia para profesionales TDT

Para simplificar su denominación y para dar garantía pública de su buen hacer, se creó expresamente una denominación común y simple para todas las empresas que se comprometieran a dar un servicio de calidad: la acreditación “Agent TDT”. Un marca de la misma Generalitat de Catalunya que simbolizaba un compromiso de excelencia, y que se promocionó no sólo en el texto de todos los anuncios publicados, sino también con materiales propios, desde adhesivos identificativos para escaparates de oficinas y vehículos, pasando por anuncios específicos en prensa y spots televisivos además de los carnets personales que incorporaban muy visible el logotipo del gobierno catalán. Un compromiso mútuo entre administración y sector privado, que añadió obligaciones a las que ya tenían que cumplir las empresas homologadas, como la participación de sus profesionales en los seminarios formativos en comunicación, o su adscripción a una junta de arbitraje para posibles casos de reclamaciones de clientes. Resultado: 2.000 profesionales acreditados y la eliminación de las empresas “piratas” del mercado.

El call center: atención personalizada y  eficaz para la eliminación de dudas y la rápida detección de incidencias

Tanto para dar información detallada y actualizada del proceso de despliegue de la cobertura digital a los profesionales del call center, como para consultas generales, se desarrolló un portal informativo específico, www.tdt.cat, que manteniendo las directrices de simplicidad terminológica y claridad conceptual, profundizaba en los temas que explicaban en los anuncios impresos y los dípticos de la campaña informativa. Una web que, entre informaciones territorializadas, facilitaba un potente buscador de cobertura que ofrecía datos fiables sobre las emisiones actuales y las previstas, con su calendario, en cada rincón del mapa, y para cada uno de los más de 3.000 núcleos de población de Cataluña. Un instrumento eficaz, sí, pero hay muchas personas que no son usuarias de internet.

Si hemos descrito el papel estratégico jugado por los colectivos profesionales externos a la administración pública, que acabaron jugando un papel de extensión capilar de ésta, apuntemos ahora la estrategia del servicio de consultas 24 horas, de los profesionales que asumieron el papel de portavoces del gobierno en cada llamada telefónica. A diferencia de otras operaciones similares, en Cataluña no se optó por un call center específico, sino que las consultas sobre la TDT se asumieron desde los servicios ya existentes de atención ciudadana, el “012”. Había que garantizar que las respuestas a las consultas fueran no sólo correctas, sino que fueran perfectamente comprensibles y no generaran nuevos interrogantes. Para ello se programó un seminario de formación específico, para familiarizar estos profesionales con los principios básicos de la tecnología de la TV digital; usar con rapidez y eficacia las distintas prestaciones de la web antes descrita;  y saber responder pedagógicamente a las consultas, con las mismas características comprometidas en el resto de la comunicación corporativa: claridad en los conceptos y  sencillez en la forma de explicarlo.

Pero como las llamadas no podían ser solamente para pedir información, sino para trasladar problemas en la recepción, o directamente quejas sobre cualquier tipo de incidencia que afectara su imagen en el televisor, la consulta a la web no era una herramienta suficiente para atender todos los casos. Para ello se diseñó un manual interactivo de respuestas por tipología de llamada –con los clásicos “árboles de opciones”—que periódicamente era revisado, así como recibían avisos telemáticos en caso de afectación de un centro emisor, con la previsión temporal de su solución y los municipios potencialmente afectados.

Colofón: el cese de las emisiones analógicas pasó desapercibido en los hogares

Aunque gran parte del territorio había apagado sus emisiones analógicas, la última fase era especialmente arriesgada, ya que afectaba el área metropolitana de Barcelona… y además se había avanzado 4 días la fecha final del apagón analógico. La buena marcha conseguida hasta entonces podía desbaratarse con cualquier problema de última hora.
Sala de control de la Torre de Collserola, minutos después de apagar las emisiones analógicas 

¿Y qué pasó? Sirva de descripción de lo sucedido la estadística de llamadas sobre la TDT al call center de la Generalitat de Catalunya en ese día: 1.813 sobre un total de 3 millones de personas; y sólo 8 correspondieron a problemas técnicos de diversa índole. Todo el mundo, o casi, ya se había conectado a la TDT. El apagón analógico era una realidad en los hogares antes que se produjera en los centros emisores. De eso se trataba. Una semana después, llegó el examen final: millones de personas estaban pendientes en su hogares para ver el partido Real Madrid-Barça, clave en el resultado final de la liga española de fútbol. Una retransmisión emitida ya sólo en TDT y que finalizó con un 0-2, con gol de Messi incluido. El 012 casi quedó mudo ese sábado. Todo un “Happy End” con celebración incluida.


Anexo: Elementos de comunicación y publicidad durante la campaña (2008 a 2010) en cifras

Anuncios informativos y programas específicos en:
212                  medios de comunicación escritos (periódicos y revistas, de paga o gratuitos) a página completa, doble página o publirreportajes.
173                  emisoras de radio (locales y generales) con cuñas publicitarias o espacios patrocinados
630                  spots publicitarios emitidos en las grandes cadenas de TV catalanas y españolas con desconexión en Cataluña, más la emisión gratuita en decenas de canales locales.
127                  webs y portales informativos en internet
185                  salas de cine proyectaron una versión adaptada del spot televisivo genérico.
15                    capítulos de 5’ de la serie divulgativa “Prepara’t per la TDT”, realizada por la televisión pública catalana, TV3, y programada en horario de máxima audiencia. Posteriormente emitidos en canales temáticos y televisiones locales.
4                      números de la revista informativa trimestral de la Generalitat de Catalunya “InfoCatalunya” --que se distribuía a todos los hogares de Cataluña-- incorporaron reportajes divulgativos sobre la TDT y como adaptarse a la nueva televisión.

Cartelería y otros materiales impresos:
3.451               grandes afiches en mobiliario urbano o estaciones de transportes públicos.
75.000             carteles colocados en la vía pública, 40.000 de ellos en el exterior de tiendas y establecimientos comerciales de todo tipo.
7.330               carteles distribuidos en locales sociales (centros cívicos, hogares para la tercera edad …).
109                  vallas publicitarias de gran formato.
Vagón de ferrocarril circulando en las proximidades de Barcelona

94                    vehículos de transporte público con rotulación externa (autobuses, tranvías y vagones de ferrocarriles de cercanías). Además se colocaron 800 carteles específicos en el interior de lo convoyes de los trenes.
1.539.300         trípticos distribuidos (41 modelos diferenciados que incorporaban en cada caso la información sobre canales televisivos disponibles en cada territorio).
8.800               ejemplares de la “Guia TDT per a professionals”, distribuida a personal de atención ciudadana y a profesionales privados vinculados a la relación con clientes particulares de bienes o servicios de la TDT.

Puntos de acceso informativo (descontando los virtuales y telefónicos):
3.075               sedes públicas con servicio de atención ciudadana (bibliotecas, centros sanitarios, ayuntamientos, oficinas de consumo… ) que recibieron un pack de material informativo: carta explicativa, carteles, trípticos y adhesivos.
1.751               establecimientos de negocio y sedes asociativas (comercios electrodomésticos, empresas instaladoras de telecomunicaciones, administradores de fincas, asociaciones vecinales….) que recibieron un pack de material informativo adaptado a cada tipologia.

Mercadeo directo:
164.000            cartas dirigidas a presidentes de comunidades de vecinos (viviendas colectivas) de los municipios más importantes de las primeras zonas del encendido sincrónico.

Comunicación virtual y telefónica:
438.000            visitas únicas al portal www.tdt.cat.
24.994              consultas telefónicas sobre la TDT que fueron atendidas por el call center de la Generalitat de Catalunya (012), a las que hay que sumar las 2.163 atendidas per el Servicio de Atención a la Audiencia de la CCMA (Corporación Catalana de Medios Audiovisuales).
1.743               respuestas por correo electrónico a mensajes recibidos al web o por consultas complejas derivadas desde el call center, que luego eran transmitidas telefónicamente a la persona que había llamado.
1                      campaña destinada a adolescentes, con concurso incluido, en Facebook, Tuenti, Spotify, y el portal de internet de TV3; que contó con un spot específico y presencia en radiofórmulas musicales.

Exposición “Adiós a la TV”:
100.000            personas visitaron la exposición “Adéu a la tele” (adiós a la TV), durante los 4 meses que estuvo ubicada en el centro de Barcelona.


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