Artícle publicat al portal professional llatinoamericà areavisual.org
La TV digital en Colombia ha tomado un nuevo impulso durante este mes de julio, a partir de dos importantes decisiones, que tienen como objetivo compartido el facilitar y reforzar el camino de la transición a la TDT, que está previsto finalizar el 2019.
Por una parte, se ha procedido a la adjudicación de 14 equipos transmisores de DVB-T2 que darán servicio a más del 50% de la población colombiana de las señales digitales de un importante oferta de canales públicos nacionales y regionales del país (señalcolombia, Señal Institucional, Teleantioquia, Telecafé, Telecaribe, Telepacífico y canal TRO) que se sumarán a las actuales emisiones de los canales privados RCN y Caracol TV. La adjudicación, impulsada por RTVC-Señal Colombia ha recaído en Rohde & Schwarz Colombia y España. Estos equipos iniciarán sus emisiones en el segundo trimestre del 2014, y daran cobertura a Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Bucamaranga, Cúcuta, Pereira y zonas próximas a estas ciudades colombianas.
El ministro Diego Molano, y a su derecha la directora de RTVC Diana Celis, en la reunión de la ANTV |
Así mismo, la Autoridad Nacional de Televisión, ANTV, reunió a los principales agentes públicos y privados vinculados al proceso de migración a la TDT, en una reunión preparatoria del foro nacional “Televisión digital: retos y oportunidades”, que se organizará en la capital colombiana el próximo 11 de setiembre. En este encuentro previo, presidido por el Ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Diego Molano, y en el que participó el representante en Colombia del Observatorio de Relaciones Unión Europea-América Latina, OBREAL, Carles Hernández, se fijaron los temas a tratar en el foro nacional: las oportunidades que ofrece el estándar digital adoptado por Colombia a fabricantes de equipos y canales de TV; el nuevo marco regulatorio de la TV digital; la vinculación de las regiones y de la sociedad civil en la difusión del conocimiento ciudadano de la TDT –actualmente situado en sólo un 20% de la población– y los cambios normativos que se precisan para la comercialización de los equipos domésticos (pantallas y decodificadores).